SOFÍA BRAVO:"HAY MUCHO DESCONOCIMIENTO Y DISCRIMINACIÓN CON LOS NIÑOS ESPECIALES"
Sofía Bravo, profesora, coordinadora de la modalidad especial y directora del Servicio de Apoyo y Asesoramiento para la atención de las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE). Siente que el problema actual es la inclusión social por las instituciones educativas tanto públicas como privadas.

¿Cómo cambió la Educación Básica Especial de antes con la de ahora?
La Educación Básica Especial cambió un poco de enfoque, ahora la sociedad tiene que adaptarse a las personas con discapacidad. Por ejemplo, antes del 2012 algunos niños eran escondidos por sus familias, pero ahora, cuando hablamos de esta nueva manera de enseñar, nos referimos a respetar y entender la diversidad. Comprender que cada estudiante es único y tiene habilidades diferentes, ayuda a que los escolares con discapacidad intelectual leve o moderada, asistan a una escuela regular de manera inclusiva, sin miedo a ser rechazado.
Somos conscientes de que aún falta mucho por mejorar, por eso, es que como profesores continuamos trabajando y apostando para que los chicos logren desarrollar sus habilidades.
¿Qué cualidades debe tener un docente que desea emplear esta labor?
La actitud, paciencia, tolerancia y la motivación. Digamos que el docente tiene que creer en las personas con habilidades especiales, deben confiar en que ellos están aptos para hacer muchas cosas. Siento que si alguien quiere tratar con ellos, primero debe cambiar su actitud y dejar de creer que son menos que el resto, con empezar a confiar en ellos, lo demás se va sumando poco a poco.
Durante su experiencia, ¿cuál es el reto más grande al que se enfrenta?
Trabajo más de 20 años en servicio de la Educación Especial, y tengo 5 años trabajando en Sanea, en donde acompañó a las personas con discapacidad en las escuelas regulares. Hasta el día de hoy, sigo tocando corazones, tocando puertas, tocando aulas, porque hay mucho desconocimiento. Los estereotipos muchas veces influyen en que una docente no acepte a un estudiante con discapacidad dentro del aula regular. Si bien es cierto, el niño por derecho puede estar en el aula, aún es difícil que una persona con discapacidad reciba una educación de calidad. Este es mi talón de Aquiles.
Hablando de derechos, ¿los docentes de escuelas regulares aceptan a los niños especiales?
Gran porcentaje de docentes todavía siguen cerrando las puertas a estudiantes con discapacidad porque desconocen las habilidades y potencialidades que estas personas pueden explorar. Entonces, la falta de actitud hace que realmente la inclusión no sea dada, muchos padres de familia se quejan en los colegios con que sus hijos no son bien atendidos, aceptados, e incluso hay reclamos con que los dejan todo el día en el patio y no les dan una atención y educación adecuada. Por todo esto, seguimos luchando para que los docentes puedan darles una oportunidad y continuamos apostando con que algún día, los estudiantes podrán sentirse parte de un aula.

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Profesoras de la institución realizando diversas actividades con los niños
¿Qué herramientas son necesarias para controlar el déficit de atención y las emociones de los niños?
Para captar su atención, necesitamos saber los intereses, preferencias y modos de aprender de cada estudiante. Por ejemplo, descubrimos que a todos los niños, sin excepción, prefieren aprender jugando, bailando y cantando. Partiendo de eso, decidimos trabajar con un método lúdico, en el que los niños eligen un juguete que se acomoda al propósito de aprendizaje del tema, y lo complementamos con el uso de imágenes. No pretendemos, que los niños estén sentados solos en la mesa con una hoja, tenemos que hacer que se muevan y observen.
¿Cómo es que se mide el progreso de los niños dentro de las escuelas inclusivas?
En la actualidad hablamos de una evaluación formativa. Tanto en una escuela regular y especial, el avance ya no se mide al final del bimestre o de la semana, ahora la evaluación es de manera formativa, durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Como docentes, tenemos que estar en constante retroalimentación, recibiendo y dando feedback al estudiante para ver si entendió las actividades desarrolladas en clase.
Dulcemaría Zevallos Riveros