UNA CRUDA REALIDAD
En pleno 2023, las drogas siguen apoderándose de las personas, sobre todo, de los escolares. ¿Es este un tema de responsabilidades compartidas o una lucha constante del estigma?
En el Perú, la venta de drogas a menores de edad es alarmante. Según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA), en el primer semestre del 2021, se reportó que el consumo de narcóticos ilegales en menores de 15 años creció a un 5% y en adolescentes de 17 años, la cifra aumentó a un 7.4%. Estos son datos que no se deben ignorar.
El pasado 27 de junio del 2023, en el departamento de Huánuco, se detectó a escolares de la Institución Educativa Daniel Alomia Robles De Yacu, consumiendo drogas dentro del plantel educativo. Pese a ello, la Institución hizo caso omiso al problema y prefirió no pronunciarse respecto al tema.
LAS DROGAS Y LA EDUCACIÓN
La venta de drogas en los colegios es un dilema que ya no se puede seguir ignorando. Uno de los motivos evidentes para que un adolescente consuma narcóticos a corta edad, es que no existe el interés por parte de las instituciones u organizaciones, o en todo caso, su ayuda no es suficiente. Por ejemplo, n el primer trimestre del 2019, la DEVIDA estableció stands en los colegios de La Libertad, para ayudar con el proyecto “Juega tu mundial sin drogas”, el que se reunieron más de 300 personas entre estudiantes y padres de familias. Sin embargo, el Índice de consumo aumentó en un 4.9%, a comparación de los últimos 3 años.
Es claro que el problema no viene de ahora. En el 2012, más del 100% de escolares en Cusco y Tacna, consumían narcóticos ilegales. De los cuales, la mayoría prefería la cocaína, especialmente en las provincias de Ancash, Ayacucho y Lambayeque. Además, según la DEVIDA los alumnos de colegios públicos son los que más consumen alcohol y tabaco. Empero,135 escolares de escuelas privadas también hacen uso de estas sustancias dañinas y el 46.1% de estos estudiantes registraron problemas de alcohol en el último año del semestre.
Las cifras evidencian la crisis latente. Uno de cada persona que insumen drogas, registra adicción. Además, los narcóticos como la marihuana, cocaína, el tabaco y la marihuana afectan al desarrollo del organismo del ser humano, provocando enfermedades cardiovasculares o pulmonares, problemas de salud mental y lo más impactante, es el daño cerebral que influye en su desempeño académico y social.
Por otro lado, los adultos, tienen la gran responsabilidad de supervisar a sus menores. Según la psicóloga Almudena Sánchez: “El consumo de drogas se da por no saber manejar las emociones, ya que el ser humano recurre a ingerirlas como un refugio a sus problemas. Por eso, los padres y/o apoderados tienen la responsabilidad de enseñarles a sus hijos sobre, la importancia de expresar sus sentimientos”. Pues, al no tener un ejemplo a seguir o a alguien con quien hablar, los menores se guiarán por sus instintos o llegarán a imitar las actitudes de sus compañeros.
LABOR DEL ESTADO
Pese a todo, aún puede que exista una luz de esperanza. En el 2018, el Ministerio de Educación (Minedu) desarrolló el programa “Prevención del Consumo de Drogas” para los colegios de Lima Metropolitana. Los resultados fueron positivos, ya que se logró informar a los estudiantes, padres y/ apoderados, sobre las consecuencias que pueden traer ingerir narcóticos a temprana edad.
Así mismo, el Programa de “Prevención del Consumo de Drogas”, junto al apoyo del Minedu, la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Equipo de Liderazgo Acción para la Prevención (ELAP), realizaron una capacitación, denominada “Las Drogas”. En ella, se buscaba que los estudiantes de 12 colegios de sexto grado de primaria hasta quinto año de secundaria participaran en charlas informativas sobre las sustancias ilícitas y el alcohol.
Aun así, es importante que dichas organizaciones empiecen a desarrollar otras estrategias que no solo impliquen hablar. Los escolares necesitan involucarse en los programas, es una única manera de minimizar el problema. En vista de que la United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC), confirmará que 275 millones de personas se drogaron en algún momento de sus vidas desde los 15 hasta los 64 años. Y que, alrededor de 13.8 millones de adolescentes entre 15 a 16 años, consumen alcohol, drogas y cigarrillos.
Tales cifras alarmantes acompañaron por muchos años la escolaridad de miles de peruanos. No podemos negar que la cultura por querer salvaguardar la integridad física y mental del país no ha sido la mejor, sin embargo, siempre se debe encontrar maneras para apoyarlos y construir una sociedad más sana y segura con el apoyo de diferentes organizaciones.