FUERA DEL COLEGIO
- Melissa Silvera De La Cruz
- 30 may 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 14 jun 2023
Lograr terminar el colegio es uno de los nuevos retos a los que se enfrenta el sistema educativo. El número de estudiantes que deciden dejar el colegio creció un 3 % más en los últimos tres años.
La educación es la base de un futuro mejor. Sin embargo, en nuestro país, la tasa de estudiantes que acceden a este privilegio, es cada vez menor, siendo 97,7% los estudiantes matriculados en colegios de acuerdo en un reporte del ministerio de educación. A pesar de ser un derecho para todos, la realidad es diferente. Muchos chicos y chicas tienen que dejar sus estudios inconclusos por diferentes causas. Por ello, la deserción escolar es la principal amenaza de la educación.
Según las cifras proporcionadas por el Ministerios de Educación (Minedu), para 2020, en Perú la deserción aumentó en primaria de 1.3% a 3.5% lo que se traduce a que más de 128.000 estudiantes, y en secundaria pasó del 3.5% al 4%, un total de 102.000 estudiantes que se dieron de baja.
Con el inicio de la pandemia, en marzo del 2020, familias en todo el país sufrieron pérdidas económicas; quedando desempleados o dejando en quiebra sus negocios. Esto dicho, se vio reflejado en diferentes ámbitos, siendo la educación, una de las áreas más afectadas.
Ese mismo año, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), dio a conocer las principales causas por las que los alumnos desistieron de sus responsabilidades académicas. Los problemas económicos representaron el 75.2%, mientras que el 12.3% fue por cuestiones familiares.
Además, la edad en la que se encuentran los estudiantes es otro factor para tomar la deserción escolar, sobre todo, durante la secundaria. De acuerdo con una encuesta realizada en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), 22 de cada 100 jóvenes entre 17 y 18 años, no concluyeron su educación secundaria, mientras 5 de cada 100 jóvenes entre 13 y 19 años no la culminaron. Si la comparamos con cifras del 2019, la diferencia es exorbitante, pues antes de la pandemia, sólo el 3% de 300000 no terminaba el colegio,

NO ENTRAR CLASES
Para ser una de las obligaciones diarias, ir a clases, no es la única preocupación de los chicos. Fabio Alevano de 19 años optó por dejar de estudiar en el 2018, con tan solo 14 años. Su colegio ubicado en la provincia constitucional Callao, era un Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) y llegaba caminando solo en 15 minutos, desde su casa en la calle Ollanta hasta el colegio San Juan Masias.
Para Fabio, su educación escolar fue normal, como la de cualquier chico de tercero de secundaria. Si bien es cierto, tenía complicaciones para entender temas con números como matemática, su momento favorito era jugar fútbol con sus amigos en el recreo y siempre entregaba sus tareas. Sin embargo, su vida no era como la que se supone que debe ser a los 14 años, él no podía salir con sus compañeros de clases para recrearse, él no llegaba a casa y le contaba a sus padres cómo estuvo su día, él no tenía una vida familiar como la de sus compañeros. Desde los 11 años, el joven estudiante, estuvo al cuidado de su abuela Marina Arevalo de 68 años de edad.
“Su madre está en España trabajando mientras que su padre se fue, desapareció” expresa su abuela. En los primeros años que vivió con su nieto, todo era tranquilo, pues aún era muy niño, pero con el paso del tiempo, Fabio empezó a notar esos pequeños problemas económicos a los que se enfrentaban ambos. Por lo que Fabio tomó la decisión de no entrar a clases, a cambio de pequeños trabajos. Empezó con unos ‘cachuelos’, trabajando una vez a la semana, luego pasó a 4 meses y sin darse cuenta, sus faltas fueron permanentes.
Cinco años después es complicado intentar retomar los estudios. “Era muy inmaduro en ese momento, pero entendí que necesitaba ayudar en casa de alguna forma”, afirma Fabio, con esa seguridad que, sin querer, evidencia que no dejó el colegio porque quería, sino, porqué el dinero le faltaba. La suma de 475 soles que ganaba en ese entonces, no fue suficiente para que él y su abuela salieran adelante. Aún así, a causa de este dinero, el joven estudiante no pudo continuar con su futuro académico.
FALTA DE INTERÉS
El camino de un estudiante escolar es complicado a esa edad, sin embargo la culminación de este será uno de los mejores aliados para afrontar la vida en el futuro. La institución educativa juega un papel importante para el estudiante, se le suele conocer como “el segundo hogar”. Los colegios juegan un papel importante para el estudiante, lamentablemente, a los estudiantes que dejan la escuela no se les realiza un seguimiento, quedan abandonados. Así lo confirma Fabio , “Al colegio no le interesó que dejará de asistir a clases, solo una vez el auxiliar vino a buscarme, ni siquiera un profesor” .
Aunque las acciones que opte el colegio por tomar dependen de sus principios, no es en vano mencionar que existe mayor deserción en colegios estatales que privados, con una diferencia del 2%. Clarissa Gomez, profesora de la Institución Educativa Jose Maria Arguedas, ubicada en Villa Maria del Triunfo, comentó que, “el área de psicología intenta contactar con los padres o apoderados del alumno a través de teléfonos y correos por un periodo de un mes y medio”. Aunque, el 4% de estudiantes dejen el colegio por falta de interés (ENAHO, 2020), del segundo trimestre de 2020, indican que los principales motivos por los que los escolares, en el caso de los escolares de secundaria, un factor adicional, es la necesidad de trabajar.

El pequeño intento de contactar con los padres o el mismo alumno podrían hacer una diferencia, pero al final, todo recae en el estudiante. Los problemas que enfrenta en su hogar,determinan si la deserción es la única opción para salvarse. “Cuando logran hablar con alguien a cargo, la respuesta que dan es que necesitan que ayude en casa”
En ese momento, los chicos solo ven que ganan dinero y que ya no tienen que ocuparse de esas tareas de la tarde. Sin embargo, al crecer enfrentan las consecuencias de esta decisión.
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