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ALERTA ROJA

  • Foto del escritor: Samir Castañeda
    Samir Castañeda
  • 24 may 2023
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 26 may 2023

Las aulas son una bomba de tiempo. Instituciones educativas del Perú no cuentan con equipamiento de primeros auxilios en todos los salones.

En Perú, las instituciones educativas dejan de lado el sistema de salud e ignoran su importancia para el bienestar de los alumnos. Si se habla de infraestructura y equipamiento dentro de los colegios, lo primero y más evidente que se encuentra, es que, existen dos caras de la moneda dentro de Lima Metropolitana.

Por un lado, los colegios de los distritos como San Isidro, La Molina, Surco, Jesús María y Miraflores cuentan con una infraestructura adecuada para el desarrollo de clases, personal médico capacitado y áreas de salud equipadas. Por ejemplo, 56 colegios particulares de la zona Oeste de Lima, tienen la capacidad económica para desarrollar un centro de enfermería capaz de cuidar al alumno en la jornada escolar, además de estar preparados con medicamentos y primeros auxilios en caso suceda una emergencia en la que el estudiante tenga que ser trasladado al centro de salud más cercano.

LOS BOTIQUINES, UNA SOLUCION SIN SALIDA

El especialista de la Farmacia Institucional de la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid), Aldo Álvarez Risco, realza que los botiquines de primeros auxilios deben estar bien equipado y su presencia en todos los colegios, es de carácter obligatorio”. Sin embargo, en las instituciones de San Juan de Lurigancho, Ventanilla y Puente Piedra, la realidad es distinta, pese a que la Ley N°30200 obliga a los colegios a contar con un botiquín de primeros auxilios y un área destinada a enfermería de un espacio mínimo de 13,2 metros cuadrados. En caso no se cumpla esta normativa, el colegio papa una multa de tres mil soles en una primera instancia. Y si la fiscalización, encuentra fallas por segunda vez, se produce la desacreditación de la institución y el traslado de los alumnos hacia otros colegios registrados.


Los botiquines son indispensables antes los accidentes, golpes, caídas o molestias imprevistas como mareos, náuseas y dolores de cabeza o estómago. A pesar de su importancia, las zonas más aledañas de Lima, no siguen la regla. El reporte del Ministerio de Educación (Minedu), muestra que el distrito con mayor población juvenil es San Juan de Lurigancho, lugar en el que 15 de los 63 colegios no cuentan con botiquines de primeros auxilios en cada aula y si en caso existe uno, este es usado por más de 50 alumnos, su capacidad es ineficaz ante la necesidad, convirtiéndose en un peligro constante en el que la seguridad de los jóvenes es precaria.

Si las normativas existen, qué explica que, según Marcelo Escobar, Gerente de la División de Riesgos Humanos de Rímac Seguros, el 15% de los estudiantes se accidentaron al menos una vez al año. Y en relación al 2019, el número de accidentes dentro de los colegios aumentaron en un 25%. Porque no solo existe una falta de botiquines en los colegios, sino que, además, la existencia de enfermeras es, por no decirlo de otra forma, nula. La Ley N°26549 de los Centros Educativos, obliga la existencia de una enfermera de turno, en horario escolar, que sea capaz de atender cualquier emergencia. A pesar de ello, la realidad del Colegio San Rafael, ubicado en la Avenida Gran Chimú 1235 en San Juan de Lurigancho, era todo, menos ello, razón por la que en 2015 fue clausurado definitivamente.

AULAS MORTALES

En Comas la realidad es casi similar. Tras dar inicio a las clases presenciales luego de la virtualidad, el Colegio Honorarios de Los Retablos, ubicado en la cuadra 7 de la Avenida Universitaria fue uno de los perjudicados económicamente por la pandemia, provocando que, a falta de mantenimiento sus aulas tengan ventanas rotas, carpetas con polilla, focos caídos, incluso la pintura ya no tenía color. Una antítesis al comunicado emitido por su director Emilio Berriñoz Ugarte, quien, por medio de un comunicado, aseguró a los padres de familia, que el colegio se encontraba en las mejores condiciones para iniciar el año escolar.

Son las 4:15 de la tarde del 15 de mayo del 2023. Ya pasó un mes desde que comenzaron las clases, acaba de terminar el recreo y aunque todo parece ir bien, el adolescente de iniciales RTP con solo 13 años de edad al sentarse, en tan solo segundos, cae al suelo debido a que una de las patas de la silla se quebró, en cuestión de minutos, el menor cayó al suelo generando una profunda herida a la altura de la sien que al momento en el que el profesor ingresó al salón, la escena era un charco de sangre. La herida era tan inexplicable como la ausencia de equipamientos de primeros auxilios. Para Julio Quispe (52), docente testigo, “La única manera de intentar controlar la sangre fue ejerciendo presión con mi propia camisa. No podíamos hacer más, a esa hora en el colegio no había algún médico responsable”

Tras esperar unos quince minutos mientras llegaba la ambulancia, a las 5:25 p.m. el menor de edad falleció repentinamente, ni siquiera tuvo la oportunidad de llegar al centro hospitalario más cercano. La madre del adolescente, Roxana Periñaez, de nacionalidad venezolana, del estado de Barquisimeto de Venezuela, fue avisada cuando el menor ya no tenía signos vitales. “Desde mi trabajo hasta ese hospital era una hora y media. Cuando llegué a las instalaciones, aproximadamente a las 6:30 p.m., me enteré que el cuadro de anemia del que se venía recuperando mi hijo, desde hace cuatro meses, también provocó que mi bebe no aguante”. Sin embargo, la falta implementos, botiquines y de un plan de salud también contribuyeron a que, a velocidad de una bomba, un accidente de este tipo en esta institución fuera, la Crónica de una muerte anunciada.

UNA SALIDA

El 15 de abril del presente año, el Minedu informó que una de las principales problemáticas para las entidades educativas, muy a parte de los problemas de infraestructura, es la falta de botiquines de primeros auxilios. El especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) Aldo Riszo, indicó que los botiquines deben contener principalmente, analgésicos-antipiréticos tales como el Ibuprofeno o el Paracetamol que calman el dolor o ayudan a bajar la fiebre. A parte de esto, es necesario la presencia de un termómetro, tijeras de punta redonda, pinzas de depilar, guantes de látex, jabón líquido, alcohol, algodón, agua oxigenada (ayuda a detener hemorragias).Además, agregó a la lista el suero fisiológico para limpiar heridas, gasa estéril para comprimir heridas o cubrirlas, vendas de gasa elásticas de diversos tamaños, esparadrapo, imperdibles, pañuelos triangulares para inmovilizar brazos (cabestrillo) o piernas, y mascarillas de protección facial.

 
 
 

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